IRSE POR LAS RAMAS

"Vengan y búsquense una rama, pueden quedarse una semana, despertarán en la mañana..." (Pericos, Big yuyo)

Piensen un feriado después del domingo dia del padre. ¿Planes para ese día? Visitar la familia o amigos, ir al cine, acurrucarse en la cama (en lo posible acompañado). En fin, las opciones son varias y cada una de ellas presenta sus placeres y sus molestias. Claro que no contaban con el enorme poder de imaginación de la familia Miño. Después de una agradable jornada dominical sin que nadie se sacara los ojos, las proyecciones eran alentadoras hasta que el retorno del patriarca cerca del mediodía hacía especular con lo peor. Y los malos pensamientos son contagiosos.

Apenas pasada la hora 13 me encontraba yo podando árboles (quien haya venido a casa sabe que son varios) junto a mi progenitor y a mi hermano (no se imaginan la cara de satisfacción del hermanito menor). ¿Qué mejor plan para pasar el lunes feriado se puede tener? Ah, les cuesta encontrar algo superior. Eso pasa porque no están acostumbrados a generar estas verdaderas cataratas de placer a un promedio de fin de semana por medio.

Sólo paramos a comer y rapidito a seguir porque se nos acaba la luz. Justamente la ausencia de ella desencadenó este feriado familar y productivo. A mi mamá se le ocurrió que había poca luz en los ambientes internos de la casa. Ahora casi que no dejamos árbol en pie.

Creo que tipo siete de la tarde (habiendo soportado gastadas varias de Darío y conflictos con Bati por mi falta de pensamiento positivo) me fui a bañar. Cansado, dolorido (menos que Bati que estuvo hachando de lo lindo, pero eso no es consuelo) y tratando de imaginar que maravillosas ideas tendrán en mi hogar para disfrutar de los días no laborales.