
18 mayo 2007

12 mayo 2007

La librería no deja de sorprenderme. ¿Alguna vez vieron un policía en una librería? Son dos entidades que rara vez uno las asocia. Yo hice un gran esfuerzo de memoria y no pude recordar a un policía en una librería o en una biblioteca, ni siquiera comprando libros para sus hijos. Nunca.
Hará menos de un mes llegó uno a mi lugar de trabajo, vestido de uniforme, e hizo un pedido por demás sorprenderte (no sólo para mí): La melancólica muerte del chico Ostra de Tim Burton. Autor oscuro con cierta predilección por personajes y tramas un tanto freaks. No lo teníamos y prometió volver en otro momento por si teníamos novedades. Regresó ayer viernes y muy contento se llevó al chico Ostra con él, mientras le comentaba a mi jefe que lo "buscaba desde hace años". Pero además redobló la apuesta y me dejó con la boca abierta (calculo que no me vió aunque traté de dismular lo mejor posible). Su nuevo pedido es 1984 de George Orwell. Puedo asegurar que ese tipo de pedidos en boca de un cana han levantado mi imagen de la policía. No todo está perdido.
09 mayo 2007

Siguiendo con aquellos aspectos vinculados al trabajo, me surge una duda: ¿hay algo con menos onda, sin gracia y aburrida que escuchar Radio Shopping a la mañana? Creo que coincidiremos en la escasa oferta radial realmente interesante en nuestro bendito dial.
Obviamente encuentro dos opciones peores a Shopping Classics. Por un lado Radio María (el colmo de lo inescuchable), Por otro, Radio Urbana que corre con la ventaja de no tener presentadores y sólo suenan ¿canciones? de música dance-tecno una y otra vez durante la eternidad (al menos a mi me parece eterno el tiempo que en casa la sinonizan). Por no mencionar al inefable Marito en Cadena 3. En fin, todas esas opciones son horrendas pero la Shopping casi pelea podio.
06 mayo 2007

"Es increíble como te agota no hacer nada en todo el día", Dave (Mark Addy, Full Monty)
Quienes hayan trabajado el suficiente tiempo como para internalizar el deber y la responsabilidad que implica la actividad laboral sabrán de que hablo. Es dificil dimensionar el impacto de estar 5 meses desocupado. No se la deseo a nadie porque más allá de la onda y voluntad que uno ponga para superar el trance, en mayor o menor medida te afecta. La autoestima baja indefectiblemente. Sobre todo cuando vas a un par entrevistas en diferentes lugares. Llegado cierto punto casi te disponés a aceptar cualquier oferta, por más que la explotación sea evidente. "Por un tiempo" decís, "mientras busco algo mejor".
Con frecuencia te volvés ciclotímico, algunos días estás con todas las pilas pensando que ya llega; otros, en cambio, se caracterizan por la ausencia de expectativa, cualquier cosa que pase te da igual.
Hoy es domingo, mañana vuelvo a trabajar y lo hago contento. Obviamente el lunes no es un día pum para arriba ni nada parecido. Sin embargo, el trabajo sirve por varias razones que escapan a la retribución económica que se recibe. Por un lado es ordenador del día. El hecho de exigir presencia obligatoria asegura que uno se imponga horarios para el resto de las actividades. Por otro, le otorga verdadera dimensión a los días de descanso. En este caso, particularmente, me refiero al fin de semana por mi ocupación actual. En mi anterior experiencia laboral no tenía asegurado los domingos y se ponía tortuoso atender a un montón de gente al pedo cuya única preocupación era mandar "mensajitos de texto" (odio ese diminutivo). Pero también se sentía el valor del día libre. En estado desocupado, los días de la semana son iguales unos a otros, los feriados te sorprenden con más gente que la habitual en tu casa y poco más.Nada cambia esa monotonía y el final del día te encuentra cansado (paradójicamente) de no hacer nada.