04 enero 2007

CON PASTA DE CAMPEÓN

Finalmente se hizo justicia. Luego de años de batallar por diferentes campeonatos de calidad y jerarquía diversa, la gloriosa institución La Cañada Fútbol Club pudo gritar campeón. Merecido premio para los históricos que todavía somos leales a esa horrible camiseta naranja y regalo motivador para los que se incorporaron con el tiempo. Ocurrió durante el año 2006, exactamente para el día de los Inocentes (28 de diciembre) pero no es una broma.

Luego de una campaña arrasadora que constó de 4 derrotas y una victoria nos clasificamos para la ronda de ultraperdedores. No obstante, el equipo no claudicó y se presentó en la ronda de semifinales con las ilusiones intactas. Al no presentarse el equipo rival accedimos a la tan ansiada final. Como corresponde para semejante logro, programamos un asado posterior al encuentro final para festejar el título que pensábamos obtener, una muestra cabal del optimismo que nos desbordaba.

Pasemos al partido. Apenas comenzado el mismo, quien escribe envió un centro frontal capitalizado por la joven promesa Nachi Cortés quien de cabeza señaló el gol de la victoria, el campeonato y entró por la puerta grande a la historia (chica) del club. Nuestro rival, que ya había sufrido una derrota con La Cañada en el tramo clasificatorio, comenzó a atacar pero atrapado por su nerviosismo buscó ensuciar el pleito y comenzó a pegar y buscar la fricción. Nuestro defensor Mati, amante fiel de fricciones y choques, no entró en los roces, pese a las constantes provocaciones.

Y entonces ocurrió la hecatombe: un rival decidido cobrar una falta por su cuenta y el árbitro sancionó la mano de nuestro rival. Enojado, el contrario reaccionó tirando un pelotazo contra el Mati (que por suerte no reaccionó) y se fue expulsado de manera inobjetable A partir de allí todo se desbarrancó definitivamente. Nuestros rivales se fueron encima del juez, lo revolcaron por el suelo y le hubieran dado para que tenga de no intervenir tres muchachos que casualmente estaban allí para evitar agresiones al árbitro (que evidentemente toma sus recaudos y no era ningún boludo). En algún momento me asusté porque dos “guardianes” se llevaron sugestivamente la mano a la cintura y pensé que se venían los tiros, pero no. Por suerte se trató exclusivamente de pirotecnia verbal y ni siquiera hubo piñas . El juez decidió dar por finalizado el encuentro y nos coronamos campeones. Por supuesto que nuestros rivales quisieron seguir jugando pero no estaban dadas las condiciones de seguridad necesarias. Conclusión: La Cañada levanta el primer trofeo de su historia y sus integrantes se hicieron acreedores de un juego de shorts para cada uno. Los cuales serán entregados una vez que abonemos el saldo restante de la inscripción. Por motivos de papeleo y de tercer tiempo no lo hizo antes.

Para que no resulte demasiado largo el comentario evitaré referirme a los pormenores del asado y trataré de contar la imagen final del año para nuestro club. Seis monos arriba de un Citroen 13 V sin techo (casi cabriolet) saliendo del predio al grito de DALE CAMPEON DALE CAMPEON cuando el reloj marcaba las 4 de la mañana de un día jueves. Se hizo justicia. Lo merecíamos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

clap clap clap!!!!

propongo imprimir el post y conservarlo en el cuarto vacio del palmares de la cañada, junto con los shores.

felicitaciones campeon!!

Facundo Miño dijo...

Por fina alguien puso un comentario. Respecto del cuarto vacío, creo necesario ubicarlo en la sede social de La Cañada FC, es decir, el quincho de la familia Marcsiszack. Tantas alegrías hemos vivido en ese mítico escenario que me resulta imposible pensar otro destino.