ANTICIPO EXCLUSIVO:
Ciertos rumores aún no confirmados indican la posibilidad de división en este blog. Las versiones hablan de peleas y diferencias ideológicas insalvables como las causas principales de la escisión. Habrá novedades próximamente.
Pequeñas cosas. Comentarios arbitrarios, minimalistas y sin un nexo demasiado claro.
PASEN Y VEAN
En fin, más allá de la posición del blogger (típico crítico que se las sabe todas) me parece absolutamente recomendable el post siguiente: http://seestabuscandounapaliza.blogspot.com/2006/07/hoy-axel-amado-amante-del-amor.html
Si tienen tiempo por favor lean los comentarios de las fans enardecidas de Axel porque son absolutamente imperdibles…
EL TIEMPO NO PARA
“Yo soy un hombre bueno, lo que pasa es que me estoy viniendo viejo; trataré de hacer las cosas a su tiempo, o sino no le daré importancia al cuerpo” (Pappo-El viejo)
Una serie de sucesos desafortunados y no tanto empiezan a preocuparme. Voy camino a convertirme en un viejo choto. Cuando hace relativamente poco tiempo que di por finalizada mi pubertad, la cruel realidad se encarga de cachetearme de lo lindo. No conforme con otorgarme esa bonita silueta que luzco desde hace un tiempo (para los escasos desprevenidos tengo casi diez kilos de más), ahora se empeña en acercarme a la tercera edad. Acepto que con anterioridad me envió una serie de señales a las cuales no le di la importancia que merecían. Casi sin que me de cuenta empezaron a ocurrir.
Primero mi hermana menor (como al pasar, sin ninguna malicia) desliza frases del tipo “no, a ese lugar no voy, son todos viejos” para referirse a lugares como Cuernavaca. No soy de frecuentarlo, pero muchos amigos de mi edad e incluso más chicos concurren allí. En su momento me pareció desbocada pero ahora no pienso que esté demasiado errada.
En lo deportivo ya lo expuse repetidas veces en el blog. Está absolutamente claro que la suma de años más la pérdida de estado físico no suelen traer aparejado un gran rendimiento. Es quizás el aspecto que acepté de forma menos traumática.
Cuando voy a un bar a beber cerveza, odio que la música tenga mayor volumen que la voz de quienes me acompañan. Hace algunos años me hubiera parecido triste (“un bar de mala muerte”) que no tuvieran un equipo de sonido a los gritos pelados. Si por casualidad tengo que estar dentro del bar, donde la música invade todo, trato rápidamente de ubicar una mesa afuera, donde nada perturbe la paz y la charla. En esta actitud, debo confesarlo, me acompañan casi todos mis amigos (por ende, estimados, ustedes también envejecen conmigo).
Algunas otras situaciones son bastante más complejas pero se encaminan hacia la misma conclusión. La cantidad de compañeros, amigos y conocidos que se casaron o tiene hijos ya es casi interminable. No es una situación que parezca cercana a corto plazo para mí. Pero también es cierto que el cerco comienza a cerrarse y, tarde o temprano, terminaré de ese lado.
Sin embargo, lo realmente alarmante, lo verdaderamente aterrador ha ocurrido en los últimos diez días. Puede adjudicarse a mi nuevo empleo, pero todos sabemos que sería una vil excusa. La verdad es otra.
El hecho de levantarme a las siete de la mañana de lunes a viernes estimula como nunca antes mis ganas de dormir. Los sábados doy rienda suelta a mi libertad y le dedico todo el tiempo posible. Pero los dos últimos domingos me he sorprendido en posición horizontal a las 7:30 y 8 de la mañana respectivamente. Un suceso horroroso por donde se lo mire. No salí, es cierto, pero es imposible que me levante a esa hora. El próximo paso es tomar mate a las 5 de la mañana con la fresca matinal. Si llego a ese punto no tengo retorno. Sólo me faltarán algunos problemas de reuma, que me duela la ciática y que me pelee con la radio cuando pasan las noticias.
CUANTO CUESTA PONER UNA RADIO REGGAE
“el reggae es belleza y no monotonía” (Los Cafres-La receta)
¿Cuanto cuesta poner una radio reggae? preguntó Pablo unas noches antes del 28 de diciembre, día de los Inocentes. Lo miré pensando se trataba de una broma pero estaba serio. Ni idea pero te aseguro que no es rentable, le contesté. A partir de allí comenzó un pequeño debate acerca de la posibilidad económica de instalar una radio dedicada a los ritmos jamaiquinos en Córdoba.
Tengo un problema con la moda del reggae escribió Adrián en su harto recomendable blog (http://www.tengounproblemacon.blogspot.com/) hace ya un tiempo.
A partir de ambos comentarios y de sus consecuencias surge este post donde pienso dejar expuesta mi postura al respecto. Por supuesto, se trata de una simple opinión, se aceptan discrepancias.
Pablo y Adrián hacen referencia a momento de moda del reggae y la vinculan al consumo de marihuana. Es la primera asociación que surge para todos: se extendió el hábito de fumar cannabis y es lógico que se amplíe el consumo de esta tipo de música. Para mi se trata de un factor de peso pero absolutamente circunstancial. Probablemente se alimenten mutuamente pero no alcanza para explicar el crecimiento exponencial de público de los últimos años. No pretendo hablar de Buenos Aires y sus convocatorias de público porque nunca fui a un show allí y las estimaciones que hacen los medios no resultan demasiado confiables.
Por supuesto cuando vienen los Wailers todo explota (aquí, en Buenos Aires y en Punta del Este…) porque fue la banda que acompañó a Marley. Y este muchacho es el símbolo de la cultura reggae y de todo lo que tenga que ver con Jamaica. No intento discutir al gran tío BOB (jamás tendría semejante osadía) pero convengamos que hay muchos otros artistas por detrás que no son (y probablemente nunca lo sean) reconocidos a ese nivel. Marley es la estampita, el símbolo y uno de los mayores difusores del reggae pero no el único así como el ska es mucho más que Skatalites o Madness.
Estos géneros viven hoy un momento de relativa popularidad en
La escena nacional se constituye como tal por los reggaes un tanto deformes de Sumo, algunas canciones de Abuelos de
Sin esa gente (y mucha otra que excluyo por razones de espacio), sería bastante difícil que existiera un lugar como Casa Babylon en la zona del Abasto, los ciclos “Humo de los Viernes” que se hicieron en el 9.90 Arte Club e incluso el mismísimo Oye Reggae que se llevó a cabo en las sierras cordobesas.
Allá por el primero de febrero, nuevamente Pablo insistió: a través de un mensaje de texto que indicaba “estoy en Pétalos y suena reggae toda la noche. Hay que poner esa radio ya!”. Pensando exclusivamente en Córdoba planteo una serie de ejemplos que marcan la inviabilidad económica de una radio exclusiva de géneros jamaiquinos. Se trata de shows de artistas extranjeros, de improbable visita a
1) El show de Alpha Blondy (el tipo más difundido y popular después de Bob) se suspendió por falta de público. Y los organizadores habían reservado
2) Nueva Tribu, la productora de Cosquín Rock, que pertenece a Palazzo había hecho agua al realizar la fecha de la banda de Peter Tosh, donde gran parte de los presentes tenían entradas de favor para darle un marco respetable al show.
3) Más acá en el tiempo el Bocaseca Reggae Fest se llevó a cabo en las instalaciones de Palm Beach con el número central de Michael Rose (ex vocalista de Black Uhuru, uno de los grandes del género, casi desconocido por aquí). De menor capacidad que
4) En el verano de 2006, en el marco del Oye Reggae, cerró la velada el señor Mike Dread ante la indiferencia de buena parte del público cuando ya mucho emprendíamos la vuelta a Córdoba. Claro que este caso es diferente porque eran cerca de las seis de la mañana cuando empezó a cantar y la fecha se había iniciado casi 12 horas antes. Aún así, no creo que existan muchas posibilidades de volver a ver su show y los que nos íbamos no protestábamos por esa situación.
En ese sentido, hablando de visitas de bandas internacionales, está muy claro que no hay público ni mercado suficiente en nuestra capital. Y son artistas de grueso calibre para medios especializados. Aquí son completos desconocidos para la mayoría. Si se menciona a Alpha Blondy y no lo conocen, no vale la pena intentar con el resto que tienen mucha menos difusión.
Ni hablar de bandas nacionales. Sólo un quinteto compuesto por Cafres, Nonpalidece, Resistencia Suburbana, Dancing Mood y Riddim cuenta con público aceptable. El caso de Mimí Maura es diferente porque si bien se dedica a ritmos de jamaica, le agrega una buena dosis de bolero y merengue que si tienen amplia repercusión. El resto la pelea desde donde puede con resultados distintos. Hay como un segundo pelotón de grupos y solistas con propuestas interesantes desde el punto de vista artístico pero el reconocimiento aún está lejos de acaparar el interés de la industria: Mensajeros, Dread Mar I, Sin Semilla, Chala Rasta y El Natty Combo más Satélite Kingston, Papas ni Pidamos y algunos grupos del interior como Butumbaba o Kameleba.
Más allá de los logros obtenidos en el último lustro, en términos de industria y de mercado (elementos indispensables para la difusión y la conformación de una escena seria y duradera) el reggae y ska, afrontan todavía un desarrollo embrionario. Por ello no existen radios ni medios gráficos dedicados en exclusividad a esos géneros. Poco a poco se van colando en festivales, en radios masivas (La de Dios por FM Rock and Pop es el ejemplo más nítido), en gran cantidad de páginas web pero para poner una radio todavía falta bastante tiempo. Si ni siquiera existe en Buenos Aires, resultaría absolutamente deficitaria en nuestra ciudad, independientemente de las plantaciones de cannabis y las cosechas obtenidas.
Vale decir entonces que a excepción del gran BOB y del gran momento de los Cafres el público masivo no conoce ni consume reggae y derivados con la familiaridad necesaria que justifique la radio reclamado por el amigo Pablo.
COSQUÍN ROCK: BALANCE , MITOS Y NECESIDAD DE CAMBIOS
Está claro que el rock argentino vive años de bonanza en términos de popularidad y de mercado. En todas y cada una de las radios del país, suena con una frecuencia casi desmedida y hasta alcanzó a rotar en las siempre difíciles AM. En ese contexto, el festival veraniego de nuestras sierras ha llegado a su séptima edición, instalado totalmente en el imaginario popular (año a año lo contamos en la agenda del mes de febrero y estamos atentos a la grilla de artistas que participan).
Esa instalación definitiva obedece ciertas ventajas comparativas. Siempre suma ser el primero de su especie, el que da el puntapié inicial. Cuando nadie se lo imaginaba alguien se animó a probar suerte con una reunión de bandas y solistas populares en un lugar absolutamente impensado (la plaza Próspero Molina). Funcionó como un anticipo de la horda de festivales que se han establecido en nuestro país (incluso antes que los porteños Quilmes Rock y Pepsi Music).
Su ubicación espacio-temporal también resulta destacable. Se lleva cabo en febrero (pleno verano) en una ubicación serrana que ofrece un atractivo particular: sierras, río y cercanía a la ciudad de Córdoba. Si le agregamos rock, la suma da como resultado un cóctel absolutamente tentador.
Hasta aquí ninguna novedad. Sin embargo, teniendo en cuenta estas ventajas, se puede hacer un balance crítico señalando algunas falencias y aspectos a mejorar:
1) los ausentes: por supuesto que no pueden estar todos los artistas en cada edición y siempre es necesario renovar la grilla para no desgastar la fórmula. Pero parece excesiva la lista (sin tener en cuenta gustos y valoraciones personales) de quienes no estuvieron este año: Los Piojos, Bersuit, Divididos, Catupecu Machu, León Gieco, Spinetta, Skay Bellinson, Karamelo Santo, Nonpalidece, Turf, El Otro Yo,
2) supuesto federalismo: se da por sentado que Cosquin Rock es el festival más federal de
3) desgaste: el “encuentro nacional de bandas”, como se autodefinía en un spot publicitario, empieza a desgastarse porque (paradójicamente, pese a las ausencias) no ofrece demasiadas novedades con cada edición. Este año estuvo Callejeros por primera vez y allí se acaba lo nuevo. Las presencias de los brasileños Ratos de Porao y Natiruts y de Gondwana (Chile) en los escenarios temáticos no alcanzan para cubrir ese déficit. Y Andrew Tosh es un completo desconocido para quienes no sean cultores del reggae aunque haya tocado en el espacio principal. ¿Cuánto costará traer algo novedoso que no encarezca el valor de la entrada? Aquí algunas sugerencias: Café Tacuba, Paralamas, Manu Chao, Bunburi. Cuesta creer que la productora del evento no tome en cuenta que la presencia de algunos artistas extranjeros le darían aire y frescura al festival. Más allá del frustrado intento con los Wailers, podrían haber incluido a UB40 que andaba por estas tierras para esa fecha. O Megadeth, que tiene cierto afecto por
BUENAS NOTICIAS
Luego de un periodo demasiado largo que se extendió por más de cuatro meses, he vuelto a la actividad laboral. Es part time (de 9 a14 hs) y realmente muy agradable. Gran tranquilidad, sin presiones y en armonía. Estoy muy contento. Probablemente la actualización del blog sea menor a la actual, pero ya tengo teléfono fijo nuevamente y eso facilitará las cosas.
Tengo varias cosas escritas pero necesito tiempo para pulirlas y arreglarlas como corresponde. No se imaginan la alegría que representa tener un trabajo nuevamente.